San Salvador. La agencia de medición de riesgo Fitch Ratings informó este miércoles que rebajó la calificación crediticia a largo plazo -Issuer Default Rating (IDR)- de El Salvador y entre las razones citó la «incertidumbre» de alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la adopción del bitcóin.
Fitch indicó en un boletín que la calificación en divisa extranjera se colocó en «CCC» de un «B-» previo.
«La adopción del bitcóin como moneda de curso legal ha añadido incertidumbre sobre la posibilidad de un programa del FMI que desbloquee la financiación para 2022-2023», apunto Fitch en un comunicado.
El Salvador se convirtió en septiembre de 2021 en el primer país del mundo en adoptar el criptoactivo como moneda de curso legal, junto al dólar estadounidense.
Fitch agregó que «el debilitamiento de las instituciones y la concentración de poder en la Presidencia» de Nayib Bukele también «han aumentado la imprevisibilidad de las políticas».
«La rebaja de la calificación refleja el aumento de los riesgos de financiación derivados de la mayor dependencia de la deuda a corto plazo», sostuvo Fitch y recordó que el país debe pagar 800 millones en enero de 2023 en eurobonos.
Entre las claves de la degradación de la calificación también están «un déficit fiscal todavía elevado, un margen limitado para la financiación adicional en el mercado local y un acceso incierto a la financiación multilateral adicional y a la financiación en el mercado exterior, dados los elevados costos de los préstamos».
La agencia calificadora estima que las necesidades de financiación de El Salvador en 2022 serán de 4.850 millones de dólares, equivalentes al 16 % del PIB.
Estas necesidades de recursos, según Fitch, «aumentarán a 5.400 millones de dólares en 2023», el 18 % del PIB.
«El Gobierno lleva casi un año manteniendo extensas conversaciones con el FMI para un posible programa de 1.300 millones de dólares a tres años», pero «existen importantes diferencias entre ambas partes en muchas áreas clave», subrayó Fitch.
Indicó que «un acuerdo ayudaría a cubrir el déficit de financiación del Gobierno y probablemente desbloquearía otros préstamos multilaterales».
El Salvador cumplió este miércoles dos años desde que el presidente Bukele ingresó al Congreso, sin invitación de los legisladores, escoltado por soldados armados con fusiles de asalto para presionar por la aprobación de un préstamo millonario.
El economista Ricardo Castaneda, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), señaló a Efe que esta acción tuvo consecuencias económicas para el país y que el «efecto más grave» fue «el incremento extraordinario del perfil de riesgo».
«Básicamente lo que ha habido en el país desde esa fecha es un incremento extraordinario del perfil de riesgo», subrayó./EFE.
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