Estamos un poco desesperados. Parece que todo el mundo se ha olvidado del coronavirus y, al final, va a pasar lo mismo». El lamento y a la vez advertencia de lo que puede ocurrir si se relajan las medidas de prevención en Navidad procede de Sarai Quirós, neumóloga en el hospital de Basurto y coordinadora del área de Infecciones Respiratorias de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), la entidad que este viernes alertó de un nuevo colapso sanitario si la población no extrema las precauciones ante el Covid-19
A la explosión actual de contagios que se vive en España, protagonizada en su mayor parte por la variante delta, se suma la amenaza de ómicron, el nuevo subtipo más contagioso y con mayor escape al efecto de las vacunas que en algunas comunidades como Madrid supone ya la mitad de los nuevos contagios y que en las demás va creciendo de forma acelerada. «En dos o tres semanas podría ser la mayoritaria, con más del 50 % de los nuevos casos, y en un mes o dos podría ser la dominante, desplazando a delta», advierte la neumóloga.
Pero existe otro riesgo: las coinfecciones con delta y ómicron. O, lo que es lo mismo, que una persona pueda ser infectada al mismo tiempo por las dos variantes del SARS-CoV-2. Los neumólogos han constatado los primeros casos de este fenómeno, especialmente en las comunidades del norte, aunque no existe constancia de que haya ocurrido en Galicia.
De momento no existen datos de la peligrosidad que esta convivencia de patógenos pueda suponer para el paciente. Y hasta es probable que se acabe convirtiendo en una anécdota, porque lo más seguro es que ómicron acabe imponiéndose a delta. Pero hay que extremar las precauciones. «Todavía es muy pronto para valorar la situación, porque es poco tiempo el que ha transcurrido para saber si esta combinación supone una mayor gravedad o no y porque todavía son muy pocos casos», explica Sarai Quirós, quien también ofrece el mismo argumento para el caso particular de ómicron. Es verdad que los primeros indicios apuntan que acarrea una enfermedad menos grave, pero para los expertos tampoco es un consuelo. «Nos preocupa —dice la experta— su transmisibilidad, porque no es lo mismo que ingresen en la uci el 1 % de mil casos que el 1% de un millón. Ese es el riesgo que vemos, advierte».
En el País Vasco, donde trabaja, también se ha observado que, aunque los ingresos hospitalarios son inferiores a los de olas precedentes, los pacientes acaban en mayor medida en ucis o unidades de subcríticos. «Los pacientes que ingresan vienen más graves», señala.
También se ha visto en varias comunidades que el número de personas vacunadas ingresadas en uci es equivalente al de no vacunados. Un 50 % en cada caso.
Ante esta situación, aparte de la llamada a reforzar las precauciones, los neumólogos proponen que la tercera dosis de las vacunas se extienda a toda la población mayor de 18 años. Hasta el momento, Sanidad la ha propuesto para los mayores de 18 años. «Hay que pensar en la tercera dosis para toda la población adulta y la vacunación infantil se tiene que agilizar», destaca Quirós, quien también advierte que los expertos han constatado «una relajación de las medidas de prevención», que ahora deben reforzarse.
Advertencia
Sarai Quirós aún conserva nítidamente en la memoria la imagen de lo ocurrido en enero del pasado año, cuando la relajación en las fiestas de Navidad trajo una ola de ingresos hospitalarios. «El año pasado —dice— nos llegaron familias enteras después de Navidad, por lo que este año nos podemos encontrar con algo parecido. Que la gente no se confíe si no queremos que se repita». Para reducir este riesgo la vacunación sigue siendo imprescindible. Al menos, los datos así lo demuestran. En la franja de edad de 60 a 79 años el riesgo de hospitalización se reduce en 14,5 veces con respecto a los que no están vacunados y el de fallecimiento es 16 veces menor. En la de 12 a 30 años la hospitalización se reduce 11,5 veces.
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