Tegucigalpa, Honduras. Durante la homilía Dominical en la Basílica de Suyapa, cardenal Óscar Andrés Rodríguez expresó que Dios eligió a una familia humilde y sencilla para venir entre nosotros, es importante tener familias evangelizadas para que compartan el amor con otros.
En ese sentido, pide potenciar la familia si queremos tener una mejor sociedad, esto aun teniendo presente que hay ideologías que van en contra de la familia como la famosa ideología de género que es un diseño para acabar la familia.
Agregó que es muy triste que muchas personas digan que “yo no tengo familia, yo crecí en las calles, porque una sociedad sin familias bien constituidas se va secando y va quedando vacía y sin valores.
Al mismo tiempo, recomienda que esta fiesta debe ayudar a todos a potenciar las raíces de una cultura familiar, de respeto, de compresión y cariño.
La familia de Nazaret debe ser un modelo de amor y de comunión para las actuales familias, insta el arzobispo de Tegucigalpa.
El Salmo 127 que es el salmo de la celebración del sacramento del matrimonio, dichoso el que teme al Señor y ama de corazón sus mandatos.
El temor de Dios espíritu santo, no es miedo a Dios, porque a un Dios que nos ama no se le tiene miedo, el temor de Dios es un temor grande que tiene miedo de ofenderle aun en lo más pequeño, por eso dichoso el que ama a Dios que teme ofenderle y entonces el mismo salmo camina diciendo, el que le teme al Señor será feliz, si vivimos con Dios en nuestra vida, seremos felices, le ira bien, su esposa como una vil fecunda en medio de su casa, sus hijos como reluego de olivo alrededor de su mesa.
«Cuándo Honduras se vuelva a Dios vamos a respetar la vida, y no vamos a caer en ese error del aborto que es un crimen abominable y de la eutanasia que es soberbia de querer pretender el papel de Dios para quitar la vida», dijo.
El Dios de la vida, el Dios del amor nos invita a potenciar nuestras familias y por eso que cada una y cada uno tratemos de educar a las futuras generaciones en el amor familiar, en el respeto, en la comprensión y en la oración.
«No falte la oración en nuestras familias, es la fuerza de cohesión para superar las dificultades y para seguir el camino de Jesús, “tenemos que potenciar la familia si queremos tener una mejor sociedad”.
La iglesia nos invita a mirar a José, María y al Niño Jesús, como el gran ejemplo, como familia desde el principio enfrentaron dificultades, pero con amor y buscando la reconciliación se puede salvar la familia que es la raíz de la sociedad, concluyó.
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