Tegucigalpa, El miembro de la Mesa Multisectorial, César Chirinos, manifestó que si la población sigue relajada en el no cumplimiento de las medidas de bioseguridad contra el COVID-19, la economía podría cerrar nuevamente.
En el año 2020, casi en un 100 por ciento se cerró la actividad económica con la llegada del COVID-19, esto causó un decrecimiento económico de casi 10 por ciento.
Los contagios, hospitalizaciones y muertes por el virus han disminuido considerablemente en la actualidad, sin embargo, la nueva variante, Ómicron, que posiblemente ya circule en Honduras, es de preocupación mundial por los altos índices de transmisibilidad.
Países desarrollados de Europa y de otros continentes están cerrando actividad económica por el impacto de esta variante, ya que sus poblaciones se han olvidado de la principal medida de bioseguridad: el uso de la mascarilla.
“Si seguimos con este nivel de confianza, donde hemos entrado en una gran confianza como que no hay pandemia”, esto nos podría pasar factura, señaló.
“La gente ya está guardando su mascarilla, están evitando el distanciamiento, esto es sumamente preocupante”, aseguró.
“Hay una variante lesiva, fuerte y nos podría perjudicar con el cierre de negocios y de la economía nuevamente”, advirtió.
Medidas
En ese sentido, Chirinos exhortó a la población para que sea responsable y que guarde estas medidas para evitar el contagio.
“Es necesario cumplir con los protocolos de bioseguridad ya conocidos, ya fueron construidos”, recordó.
“En los centros comerciales ya no hay medidas, parece que ya no estuviéramos conviviendo con la pandemia”, lamentó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que la celebración de las fiestas de fin de año y año nuevo se realice solo en familia, sin aglomeración de personas ante la diseminación de esta variante por el mundo.
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