Con vítores y canciones, miles de mexicanos rendían homenaje a Vicente Fernández, astro de la música latinoamericana, quien falleció este domingo 12 de diciembre a los 81 años en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Unas 7.000 personas llegaron hasta la arena VFG, que hace parte del rancho del artista, para darle el último adiós pues el funeral se celebrará el lunes de forma privada.
El féretro, con un sombrero de charro del cantante, fue colocado en la tarima del coliseo, donde permanecerá en capilla ardiente toda la noche.
Al lado del ataúd, desconsolada, se hallaba María del Refugio Abarca “Cuquita”, viuda de “Chente”, como lo llamaba su público.
Adornado con flores, en el escenario fueron puestos un Cristo y un cuadro de la Virgen de Guadalupe, mientras un grupo de mariachis cumplía el sueño del intérprete de que su despedida fuera con música.
En tanto, en las graderías el coro “¡Vicente está presente!” no cesaba, y muchos fanáticos, con sombreros de charro, corearon al unísono canciones como “El Rey”. Algunos pasaron hasta cinco horas bajo el sol en espera de que se abrieran las puertas.
Fernández murió a las 06:15 horas tras permanecer hospitalizado casi cinco meses por una caída en su rancho “Los Tres Potrillos -como llamaba a sus tres hijos varones- en las afueras de Guadalajara.
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