Las autoridades sanitarias de Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil, confirmaron el primer caso en el país de contagio de COVID-19 por la variante ómicron en una persona que no viajó al exterior.
Se trata del séptimo caso de ómicron registrado en el mayor país latinoamericano y del cuarto en el estado de Sao Paulo, pero los seis anteriores fueron diagnosticados en personas que desembarcaron en Brasil procedentes de países africanos.
La secretaría de Salud del estado de Sao Paulo aclaró que aún no se puede afirmar que el ómicron ya se transmite localmente en Brasil, es decir entre personas que no han viajado al exterior, pero admitió que este contagio enciende una nueva alerta en
Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia del COVID-19, el segundo en el mundo en número de muertos y el tercero en casos.
El contagio por ómicron fue confirmado en un hombre de 67 años de edad que vive en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, y que no ha realizado ningún viaje al exterior en los últimos meses.
El paciente, que ya contaba con el ciclo completo de inmunización contra el COVID-19 completo y hasta había recibido una dosis de refuerzo, presenta síntomas ligeros de la enfermedad.
“El paciente fue diagnosticado como positivo para COVID-19 el 7 de diciembre, tras realizar una prueba de PCR, y su muestra fue sometida a un examen de secuencia genética, que confirmó el contagio por ómicron. El paciente está aislado en su residencia”, según un comunicado de la secretaría regional de Salud de Sao Paulo.
Las autoridades sanitarias están intentando localizar a todos los familiares y personas que entraron en contacto con el paciente para someterlas a exámenes, así como intentando establecer si estuvo en contacto con alguna persona procedente del exterior.
“Aún no es posible confirmar si la situación configura transmisión local (de la nueva variante), precisamente porque está en curso todo el mapeo de sus contactos”, según la nota de la secretaría regional de Salud.
El primer caso de contagio por ómicron en Brasil fue registrado el 1 de diciembre, también en Sao Paulo, en una persona que desembarcó en el país procedente de Sudáfrica.
Sao Paulo registró otros dos casos al día siguiente, de dos misioneros que habían viajado a Sudáfrica, y también en la semana pasada fueron detectados dos contagios por ómicron en Brasilia y otro en el sureño estado de Río Grande do Sul.
“Los cuatro casos de ómicron identificados en Sao Paulo hasta el momento evidencian manifestación débil de la covid, lo que puede estar asociado al hecho de que todos contaban con la pauta completa de vacunación”, según el comunicado.
La aparición de la ómicron encendió alertas en Brasil debido a que, pese a que las muertes y los contagios por covid siguen cayendo y están en los niveles de las primeras semanas de la pandemia, el país acumula desde el inicio de la crisis, en febrero de 2020, casi 619 mil 770 óbitos y de 22.2 millones de infectados.
La fuerte desaceleración de la pandemia en Brasil es atribuida al avance de la campaña de inmunización, ya que cerca del 75 por ciento de los brasileños ha recibido la primer dosis de la vacuna contra el coronavirus y un 65 por ciento cuenta con la pauta completa de vacunación.
La aparición de la ómicron, considerada una amenaza por la OMS por ser más contagiosa, obligó a diversas ciudades de Brasil a volver a imponer medidas restrictivas y a cancelar sus tradicionales fiestas de fin de año.
El Gobierno, además, determinó que, a partir del sábado de la próxima semana, todos los viajeros que desembarquen procedentes del exterior presenten una prueba de PCR demostrando que no portan el virus y el certificado de vacunación. Los no vacunados podrán entrar al país pero tendrán que cumplir una cuarentena de cinco días.
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