La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este martes (23.11.2021) que el COVID-19 podría provocar 700.000 muertes adicionales en Europa, donde en algunos países las nuevas restricciones sanitarias provocan la ira de la población.
Si las funestas predicciones de la OMS se cumplen, el número total de muertes en Europa por la pandemia ascendería a 2,2 millones en primavera. «La región europea sigue bajo los efectos del COVID-19. En la última semana, las muertes registradas aumentaron hasta alcanzar casi 4.200 al día, lo que supone el doble de las 2.100 muertes diarias registradas a finales de septiembre», subrayó la OMS.
«Para el 1 de marzo de 2022 se prevé que las camas de los hospitales se encuentren bajo una presión alta o extrema en 25 países y las unidades de cuidados intensivos bajo una presión alta o extrema en 49 de 53 países», detalló en un comunicado. A la fecha, más de 1,5 millones de personas han fallecido por COVID-19 en la región.
Con una frase impactante, el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, advirtió este martes que al final del invierno, cada uno estará «vacunado, curado o muerto» por la propagación de la variante delta en el país. El aumento de casos en Europa llevó a las autoridades estadounidenses a desaconsejar los viajes a Alemania y Dinamarca, situando ambos países en el máximo nivel de riesgo en el que ya estaban Austria, Países Bajos o Bélgica.
Para la OMS, el aumento de casos en Europa se explica por la prevalencia de la variante delta, altamente contagiosa, la insuficiente tasa de vacunación y la relajación de las restricciones sanitarias. «La situación (…) es muy seria», aseguró este martes el director regional de la OMS en Europa, Hans Kluge, que pidió reintroducir las medidas de distanciamiento, de higiene y llevar la mascarilla.
En la Unión Europea, el 67,7 por ciento de la población está totalmente vacunada, aunque las diferencias entre países son asombrosas. Así, en Bulgaria, solo un 24,2 por ciento de la población está vacunada, contra el 86,7 por ciento en Portugal.
Para salvaguardar la movilidad dentro de las fronteras europeas, la Comisión trabaja actualmente en una «actualización» de las recomendaciones y tiene previsto presentar en los próximos días sus propuestas de actualización del certificado europeo.
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