Tegucigalpa, Honduras. El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) y el Observatorio Económico y de Emprendimiento (OEE) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) presentan resultados de sus últimos tres estudios, un Diagnóstico del Mercado Laboral, la IV Encuesta Económica Familiar Multipropósitos de la UNAH y el Índice de Confianza del Consumidor.
Durante el tercer trimestre de 2021 se llevó a cabo una encuesta virtual a 18,939 hogares de estudiantes universitarios en 281 municipios. La cobertura de la encuesta alcanza cerca del 60% de los hogares a nivel nacional según cifras del INE.
Los efectos de largo plazo de la pandemia se reflejan en la modalidad de trabajo actual, un 64% de los trabajadores ya se encuentra bajo la modalidad de trabajo presencial, mientras que un 11.8% aún sigue en teletrabajo.
En el 23% de los hogares al menos una persona ha experimentado una pérdida de empleo durante 2021. El 63% de los aún desempleados al mes de septiembre llevaba más 6 meses sin encontrar trabajo.
Las organizaciones que gozan de menor confianza de las familias hondureñas son; Partidos Políticos, Gobierno y Organismos Electorales, la importancia de este hallazgo radica en que estas organizaciones inciden a través de políticas públicas, la estabilidad jurídica y ciudadana en la confianza del consumidor en Honduras.
El 56% de la población percibe que el contexto económico será malo en los próximos 12 meses y un 62% considera que el contexto político en el futuro inmediato será malo o muy malo. Estos datos son evidenciados por una tasa de desempleo alta, una recuperación económica desigual, cierre de Mipymes, aumento de la pobreza, poca eficiencia de la inversión social, sistema de salud débil, poca confianza en el sistema de justicia e incertidumbre ante la realización de las elecciones del próximo 28 de noviembre.
Las expectativas económicas de los hogares hondureños se ubican en una posición pesimista motivada principalmente por la incertidumbre e inestabilidad política, deterioro de las condiciones socioeconómicas, procesos débiles de reactivación de la economía de los efectos de la pandemia, el aumento de la pobreza, entre otros, tal y como lo refleja el Índice de Confianza del Consumidor que dio como resultado un valor de 51.57% (en escala de 0 a 100%).
Estos hallazgos pueden ser de utilidad a diferentes actores en la articulación y coordinación de toma de decisiones de política pública que primen el bienestar de la gran mayoría de las familias hondureñas.
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