Praga. El gobierno en funciones encabezado por el populista Andrej Babis ha presentado su dimisión después de que cinco partidos opositores acordasen formar un Ejecutivo tras las elecciones del mes pasado.
El bipartito en funciones de populistas y socialdemócratas administrará el país de forma interina hasta que asuma las riendas el nuevo Gobierno del conservador Petr Fiala, un historiador y politólogo de 57 años.
El nuevo Ejecutivo, según el acuerdo de coalición suscrito el pasado lunes, estará integrado por cinco fuerzas, desde conservadores y liberales al progresista Partido Pirata, y contará con 108 diputados en una cámara baja de 200 escaños.
Los ministros del nuevo gabinete todavía tienen que recibir el visto bueno del presiente, Milos Zeman, y obtener el respaldo del Parlamento.
El nuevo Ejecutivo deberá lidiar con un gran repunte de los contagios de covid, con más de 13.500 positivos en las últimas horas, un 43 % más que hace una semana.
Entre los desafíos del nuevo equipo está también frenar el endeudamiento, que se incrementó en un 50 % desde 2019 hasta hoy, con un déficit fiscal que se espera que supere el 7 % de este año.
Además, se deberá gestionar el aumento de los precios de la energía y, en general, de la inflación, así como el impacto de las políticas climáticas de la Unión Europea (UE).
Otro capítulo será revisar las relaciones con Rusia y China, seriamente dañadas con Pekín por el acercamiento institucional entre República Checa y Taiwán, una isla que China considera una provincia rebelde.
Y con Moscú, por la explosión de dos polvorines en territorio checo, tras lo que Praga vio la mano de los servicios de inteligencia rusos, lo que llevó este año a la expulsión masiva de diplomáticos y la exclusión de empresas rusas de los planes nucleares checos./EFE.
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