A principios del pasado mes de julio, el Papa Francisco fue sometido a una operación de colon. Tras esta intervención quirúrgica, el Sumo Pontífice participó de un encuentro con jesuitas en Eslovaquia donde aseguró que algunos religiosos “preparaban el cónclave” para elegir a su sucesor.
“Todavía vivo. Aunque algunos me querían muerto”, denunció el pontífice según reveló este martes por la revista de la Compañía de Jesús “La Civiltà Cattolica”.
Y agregó: “Incluso hubo encuentros entre prelados, que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se dijo. Preparaban el cónclave”.
El Papa Francisco estuvo internado en el hospital Gemelli de Roma durante 10 días antes de regresar al Vaticano.
Allí se le extrajeron 33 centímetros de intestino para tratar una diverticulitis y Francisco inició una recuperación en su residencia de Casa Santa Marta que avanzó mejor de lo esperado, y se lo vio de buena forma y sonriente durante su reciente gira de cuatro días por Budapest y Eslovaquia.
Por otra parte, y tras los rumores, Jorge Bergoglio aseguró que “nunca” se le “pasó por la cabeza” renunciar.
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