Desde que comenzó la campaña de vacunación, se ha especulado con la posibilidad de inocular una tercera dosis de refuerzo. Ahora, un análisis de dos ensayos realizados por la Universidad de Oxford ha mostrado que el fármaco de AstraZeneca provoca mejores respuestas inmunitarias tras un intervalo del segundo pinchazo de hasta 45 semanas o después de una tercera inoculación de refuerzo.
Los resultados, publicados desvelaron que un intervalo ampliado entre la primera y la segunda dosis de hasta 45 semanas dio lugar a un aumento de hasta 18 veces en la respuesta de anticuerpos, medida 28 días después de la segunda dosis.
Inmunidad más fuerte
Con un espacio de dosificación de 45 semanas , los anticuerpos fueron cuatro veces superiores que con una distancia de 12 semanas, lo que demuestra que un intervalo de dosificación más largo «no es perjudicial, sino que puede derivar en una inmunidad más fuerte», tal y como señalan los investigadores.
Respecto a la administración de una dosis 6 meses después de haber recibido la segunda, el fármaco multiplicó por seis los niveles de anticuerpos y mantuvo la respuesta de las células T. Asimismo, neutralizó en mayor medida las variantes Alfa, Beta y Delta, y el tercer pinchazo provocó menos reacciones adversas que el primero.
Gran respuesta
Andrew J. Pollard, investigador principal y director del Grupo de Vacunas de la Universidad de Oxford, señaló que «esto debería ser una noticia tranquilizadora para los países con menos suministros de la vacuna, que pueden estar preocupados por los retrasos en el suministro de segundas dosis a sus poblaciones. Hay una excelente respuesta a la segunda dosis, incluso después de un retraso de 10 meses desde la primera».
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